domingo, 2 de octubre de 2005

El Yunque y el caso Pável: El peso de la duda

15 DE FEBRERO DE 2005 · SIN COMENTARIOS
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* Bernardo Bátiz –igual que con Digna Ochoa– reeditó la hipótesis del suicidio

México, D F, 14 de febrero (apro)- Pese al incesante tránsito de personas en el ámbito de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, un hormiguero entre aula y aula, no pasaron desapercibidos para los universitarios algunos incidentes escalonados en ese lunes 19 de abril: una diatriba de tránsito, un equívoco forcejeo con un joven y, sobre todo, el sometimiento de otro por dos adultos de atuendo oscuro y con botas de montaña
Pero sólo cuatro días después, cuando fue encontrado el cadáver del estudiante Noel Pável González, comenzó a hilvanarse una historia de impunidad que a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) le urge sepultar con la hipótesis del suicidio, pese a abundantes evidencias de que se trató de un homicidio con ribetes políticos
Nueve meses han pasado desde que Pável González se esfumó sin rastro y decidió, según la Procuraduría capitalina, quitarse la vida, pese a que jamás mostró tendencias de autodestrucción y estaba clínicamente sano
A los 21 años, cursando simultáneamente las carreras de Estudios Latinoamericanos en la UNAM y de Antropología Social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), optó –repentinamente– por colgarse de la viga en la cumbre del Valle de México
Pendiente de la cruz que corona el Pico del Aguila, en el cerro del Ajusco, el cuerpo fue descubierto por un excursionista que dio aviso a la policía para que fuera rescatado por cuatro socorristas, pero sin la presencia de la autoridad ministerial Presentaba golpes y contusiones, pero no las de un suicida, que se convulsiona y echa fuera alimentos y líquidos, sino producto de un tormento deliberadamente infligido, según dictámenes periciales
“Pável no se suicidó Fue asesinado”, no se cansa de repetir su padre, Mario González, quien, el 23 de noviembre, ratificó y amplió la denuncia por homicidio doloso, en la que exige profundizar las indagatorias con los nuevos elementos que aportó, como la participación de los dos adultos vestidos de negro que amagaron con un puñal o arma de fuego a su hijo en los patios de la facultad donde estudiaba
Dos nombres despuntan en la amplia declaración que Mario González rindió ante la autoridad, a la que exige sean llamados a testificar: uno es justo el último acompañante de Pável, Carlos Gutiérrez Zamora, conocido como “El Charly”, súbitamente desaparecido, y el otro es el de Rita María Ortiz Morales, coordinadora del café cooperativa “Smaliyel”, en el cual Pável participaba como voluntario para efectuar acciones de apoyo al zapatismo
Esta mujer, según la declaración ministerial de Mario González, “presenció cuando Pável fue amagado y sacado de la Facultad por los sujetos vestidos de negro”, y aseguró haberse enterado que ella “ha dado instrucciones a los estudiantes de la UNAM que apoyan y participan en el café zapatista para que nieguen toda relación o vinculación” con el muchacho muerto
Conducta sumamente sospechosa, afirma el padre de Pável, porque su hijo “participaba abiertamente” en ese proyecto de apoyo al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), como se acreditó durante y después de la huelga de la UNAM entre los años 1999 y 2000, y en la que su hijo participó en el ala moderada
No es un dato menor que sea llamada a testificar esta mujer, sobre todo luego que el vocero del EZLN, el subcomandante Marcos, se sumó a la exigencia de que sea esclarecida la muerte de Pável, en una rotunda respuesta a la carta que le dirigió el procurador Bernardo Bátiz, para explicarle su posición sobre ese caso y el de Digna Ochoa, la defensora de derechos humanos que presuntamente también se quitó la vida
Marcos se hizo eco de la afirmación de la familia de Pável, en el sentido de que Bátiz “induce” la investigación hacia el suicidio, pese a muchos elementos que conducen a lo contrario, como la conducta del Ministerio Público, que dijo primero haber extraviado el expediente, luego se negó a proporcionárselo a la Comisión de Derechos Humanos capitalina y ha mostrado una abulia contumaz
Y entre otras preguntas que formuló, en la carta hecha pública el 6 de enero, el guerrillero señala: “¿Por qué no aparece por ningún lado la pluma o lápiz con que, supuestamente, se escribió el mensaje póstumo? ¿Por qué no le muestran el cuerpo a sus padres hasta el otro día de ser encontrado? ¿Por qué el cuerpo de Pável está desnudo? ¿Por qué se encuentran lesiones en sus partes nobles?
“¿Por qué los legisladores de PRD, PT y PRI se pronuncian por una investigación seria y objetiva, y los del PAN (el brazo electoral de la ultraderecha mexicana) no? ¿Por qué no se investigan las informaciones sobre los hechos de violencia que se presentaron en los alrededores de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM el día y la hora en que Pável fue visto por última vez? ¿Por qué no se investigan las amenazas que, provenientes del grupo de ultraderecha El Yunque, han recibido estudiantes compañeros de Pável?”
Como en el caso de Ochoa, el de Pável es un crimen manipulado: “Lo que hizo la PGJDF, señor Bátiz, no ha sido descubrir la verdad ni administrar la justicia Lo que se propuso, y lo ha logrado, es congraciarse con la derecha, enlodando la vida de dos personas que valían más que todos los funcionarios juntos del gobierno capitalino Y lo han hecho de la manera más ruin posible: enlodando su muerte”
Y es que, según Mario González, autoridades judiciales, de la propia UNAM y aún estudiantes cercanos al café zapatista de la facultad, que no cita con su nombre, han esparcido la versión de que el muchacho era vendedor de estupefacientes, alcohólico, drogadicto y homosexual, lo cual choca con testimonios en contrario y aun con exámenes médicos previos a su muerte y dictámenes periciales
Pero, además, Pável no tenía tendencias suicidas, dice su padre en su declaración en la averiguación previa FACI/50T1/379/04-04, porque alguien que quiere quitarse la vida no tramita una licencia permanente de conducir ni pide a su familia construirle una nueva recámara, y tampoco, como se lo hizo saber, pretendía concluir, sobre todo, la carrera en la ENAH y, menos, comenzar el trámite para trabajar como vigilante en la UNAM, como consta en el expediente
Universitario como su hijo, Mario González, con base en documentos oficiales, acredita que el cuerpo de Pável fue sujeto de tortura y violación, pero las autoridades desvirtuaron las evidencias porque no encontraron muestras de esperma y alegaron, además, que las lesiones en carne viva en el pene correspondían a una enfermedad de transmisión sexual
Tal afirmación es falsa, dice el padre, porque Pável era muy activo sexualmente y dos días antes de su desaparición tuvo relaciones con una joven que así lo declaró ante el Ministerio Público, pero además está la constancia médica, del 21 de enero, que demuestra que era clínicamente sano
–Después de la carta de Marcos, ¿hubo alguna reacción del procurador Bátiz? ¿Se comunicó con usted?
–No, para nada Ha habido cuatro audiencias con el procurador La última vez fue después de la necropsia, a finales de mayo Le dije que no era posible que no se supiera qué había pasado con Pável del 19 al 23, quién lo había sacado de la facultad y además no era creíble la teoría del suicidio Y hasta ahorita no ha habido nada
“Hay un acomodamiento de las cosas, supuestamente evidencias y hechos para seguir apuntalando la hipótesis del suicidio”, acusa Mario González, quien no tiene dudas de que Pável fue asesinado por motivos políticos, entre otros participar en la huelga de la UNAM –“nunca fue de los violentos de la ultra” del Consejo General de Huelga–, en las manifestaciones de altermundistas en Cancún y en la defensa de los encarcelados hermanos Cerezo
–¿Pável conocía a los hermanos Cerezo, estudiantes también de la UNAM?
–Sí, los apoyó Yo siempre he estado en el sindicato de la UNAM y, recién que los hermanos Cerezo fueron encarcelados, Pável me dijo que si era posible reproducir un cartel para la defensa de los muchachos Le dije que sí y, con el diseño, fuimos con el secretario de prensa, Alberto Pulido, quien le hizo, creo que unos mil Eran compañeros, como Francisco Cerezo, que estaba en Filosofía y Letras
González, quien afirma que la PGJDF no ha investigado tampoco los mensajes de amenazas vía correo electrónico contra compañeros de Pável presuntamente de la ultraderechista Organización Nacional del Yunque, era conocido por agentes de inteligencia tanto de la UNAM como de organismos del Estado, que han guardado silencio
Los mandos del Yunque, la organización secreta cuyos militantes controlan el Partido Acción Nacional (PAN) y el gobierno de Vicente Fox, no se han desmarcado del señalamiento, y sobre ellos prevalece la sospecha de participar en el homicidio
Otro dato relevante que refuerza la hipótesis del asesinato se produjo el 29 de abril, al cabo de una manifestación para el esclarecimiento del crimen, cuando un funcionario menor de la Secretaría de Gobernación, cuya identidad no pudo ser establecida por los activistas, le dijo a la madre del muchacho:
“Nosotros sabíamos quién era Pável, que anduvo en las cumbres económicas de altermundistas de Cancún, Monterrey… Señora, cuide al único hijo que le queda”

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